Hace tres años, junto a mi generación de SDJAD, participamos en nuestro primer TNDE y fue una gran experiencia. Fue muy adrenalínico por el nivel de competitividad y exigencia que demandaba, además de las risas y anécdotas grupales que terminaron convirtiendo el torneo en una de las mejores memorias a nivel escolar. Espero puedan participar de este gran evento, aportará masivamente, tanto en su trabajo de equipo como en su aprendizaje.

El TNDE, TIDE en mi corazón, siempre ha sido mi referente en eventos de debate. Quizás no fue el primero en el que participé cuando era escolar, pero es el que más anclado está en mi memoria. Todo lo que significa debatir en el colegio, encontrar a alguien contra quien debatiste en la universidad -Hola, Sabina -, mirar hacia atrás y recordar cuánto el TIDE ofreció a tu crecimiento como debatiente y estudiante es una sensación indescriptible. Aguante el TNDE.

El TNDE fue uno de los últimos torneos de debate en el que participé. Fue bastante competitivo y, mi equipo y yo, nos llevamos una grata experiencia y un gran recuerdo de haber conocido a participantes de diversas partes del país. Años después, tuve el privilegio de formar parte de la organización, y descubrí de primera fuente la enorme labor que implica organizar un torneo escolar nacional. Participar en el TNDE es una experiencia que no puedes dejar pasar.