Este 2020 fue un año lleno de retos para la Liga Peruana de Debate Escolar. La emergencia sanitaria nos hizo cancelar todas nuestras actividades presenciales y, a pesar de que migramos nuestros amistosos hacia la virtualidad, muchos de nuestros colegios miembros no pudieron acompañarnos.
Sin embargo, la virtualidad también nos ha permitido crecer y expandirnos, contar con la presencia de jueces y equipos extranjeros, y también les permitió a muchos escolares debatir en competencias universitarias, lo que ha significado un enorme crecimiento académico para el circuito escolar.
Por otro lado, la expansión de nuestros amistosos hizo necesario que requiriésemos de más jueces. En principio, tuvimos el apoyo de muchas sociedades universitarias de debate. No obstante, la constante expansión de los torneos virtuales, hizo que, en la segunda mitad del año, nuestros amistosos terminaran cruzándose con las actividades académicas del circuito universitario. En ese sentido, nos vimos obligados a pedir jueces a los equipos como requisito de inscripción; medida que funcionó parcialmente.
WSDC, el formato más utilizado a nivel escolar, tiene 2 particularidades (en su adjudicación) que lo hacen muy diferente al formato utilizado a nivel universitario, el parlamentario británico (BP). La primera es que en WSDC cada juez tiene un voto independiente. En rondas preliminares, suele haber 3 jueces por sala y se presentan 3 balotas de adjudicación, eso hace que pueda haber voto unánime (3 – 0), pero también dividido (2 – 1) y, como se trata de un número impar, tampoco existe opción a empate. En contraste, en BP la decisión se toma en conjunto, y se presenta una única balota, llenada por el juez principal. Esto no se ha podido aplicar debido a la falta de jueces.
La segunda diferencia radica en los criterios de adjudicación. Para BP solo son dos: fondo y forma (contenido y estilo), y existen 2 tipos de calificación: Por equipo (que determina las posiciones del debate: 1ero, 2do, 3ero y 4to) e individual (que determina el puntaje de cada orador). Primero, se califica a los equipos y luego se asignan los puntajes de orador. Para determinar qué equipo gana, se estudia el contenido y, para asignar el puntaje de orador, se utiliza la Escala de Varsovia, que prioriza las habilidades argumentativas, por sobre la oratoria.
En WSDC, si bien existen también 2 tipos de calificación (por equipo y por orador), el puntaje de orador posee 3 criterios bastante diferenciados: contenido (40%), estilo (40%) y estrategia (20%). Quien “es mejor en contenido” solo obtiene una parte del puntaje de orador. Como consecuencia, el formato exige no solo ser bueno argumentando, sino también tener una buena oratoria. Este año, la LPDE, así como muchos otros torneos WSDC en Perú, han sido flexibles respecto al cumplimento de dichos criterios de adjudicación, lo cual ha generado consecuencias positivas y negativas.
Un aspecto positivo es que les estamos exigiendo más a nuestros escolares, en términos de contenido. Esto facilita su tránsito de debate escolar a debate universitario. No obstante, lo negativo de ello es que, junto al bagaje académico, los escolares están copiando algunos malos hábitos de nuestro circuito universitario, siendo el peor de todos, el poco interés en mejorar su oratoria. Esto podría generarnos una fuerte desventaja en una eventual participación de nuestros equipos escolares en competencias extranjeras que sí utilizan los criterios de WSDC y que, por tanto, sí califican oratoria.
Sin embargo, el debate escolar no debe ser visto solo como una “pre” del debate universitario. El debate es una herramienta pedagógica que debe ser utilizada para fomentar investigación, autonomía de aprendizaje, pensamiento crítico, trabajo en equipo y expresión oral. Esto último no se debe descuidar, sobre todo porque la mayoría de clubes escolares de debate están a cargo del área de comunicación, responsable del desarrollo de dicha competencia.
En conclusión, una correcta adjudicación del formato WSDC en el circuito peruano de debate escolar, no solo mejorará nuestra competitividad en eventuales torneos de debate extranjeros, sino que también facilita su uso como herramienta formativa. Asimismo, este reto de cambio de paradigma en la adjudicación del debate escolar, no solo debe involucrar a estudiantes universitarios que deseen adjudicar eventos escolares, sino que también requiere del compromiso de los docentes que promueven esta actividad.
Conscientes de la necesidad de cambio, desde CIDE DIDÁCTICA y la LPDE, venimos desarrollando, junto a distinguidos debatientes y entrenadores del circuito anglosajón del WSDC, un sistema de capacitación y certificación de jueces de debate escolar que lanzaremos en febrero de 2021. Tenemos la firme convicción de que, a pesar de que esto no sea una solución definitiva, será un avance importante que podrá servir, incluso, como antecede para la mejora de la adjudicación en el circuito universitario.
Dante León Saavedra
Secretario General de la LPDE
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